Hermosa tarde, frente a un débil ocaso
creo que cada día te alejas más de mi,
y aunque mi corazón aún es todo tuyo,
La razón dice que es mejor dejarte ir.
No se unirán jamás el agua y el aceite
lo he comprendido con dolor profundo,
las nubes se disiparán temprano o tarde
no lucharé mas, aceptaré tu abandono.
No dejaré que tu recuerdo me agobie
volaré muy lejos, veré nuevos cielos,
volveré a soñar y aprenderé a olvidarte
con el dulce néctar de otros labios.
Dejaré que otros brazos me abriguen
y me enseñen el amor nuevamente.
Me entregaré sin reservas, sin límites
ni miedo, de tu recuerdo no seré rehén.
Margarita