Misma esencia en dos cuerpos contenida,
el destino azaroso perfiló.
Pertinaz, sortilegio superó,
siendo un alma en dos seres dividida.
Misticismo ritual que consolida,
paridad que el espíritu zanjó,
bifurcado trayecto reveló,
la simbiosis vital ya consabida.
Ni trayecto, ni tiempo desligaron,
el vínculo que el alma compartía,
en la espera la vida acariciaron,
conscientes que el momento llegaría.
Dos seres que en lo humano trasmutaron,
gozando el existir en compañía…