Te quiero…
en la planicie verde de los trigos,
arraigados murmullos, fecundando la tierra,
sembradíos.
Te quiero…
en el desierto lunar cálido y frio,
temblando soledades, cosecha de un tiempo,
atardecido.
Te quiero para mi, si no es conmigo.
En la huella de tus manos, en el polvo del camino,
renaciendo el instante, preludio de tu abrazo,
en mi abrazo amanecido.
Te quiero…
como no quererte cada día que respiro,
vertiendo soledades, al fundirse tu cuerpo con el mío.
Te quiero…
en la poesía donde hablan.
Juntos…
tu corazón y el mío,
donde habita la historia destejiendo olvidos
donde pueblan las derrotas de amores desteñidos,
Donde mueren las lagrimas y nace…
la argentina risa de algún niño
Te quiero...
como no quererte cada día que respiro.
Lunes, 30 de Julio de 2012
09:56 p.m.