Diaz Valero Alejandro José

La Manos arrugadas

Manos de flores abiertas

terriblemente marchitas

desgarbadas y sedientas

cuando sollozan y gritan.

 

Manos que pueden ser tuyas

manos que pueden ser mías,

manos que ganan arrugas

mientras pierden lozanía.

 

Esas manos agrietadas

por infinitas faenas

son las manos desgastadas

que hoy descansan serenas.


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