mario mena mena

MenĂº en el Cielo

 

Pienso que en un más allá tiene que haber buena música

y menos puede faltar que estén ellas, nuestras musas

que haya buena comida

y por mi gusto y costumbres pido que haya café

con pan casero y natilla

que no falte el queso tierno, las jaleas y tortillas

y ni qué decir al almuerzo un buen casado de los nuestros

Poniéndose uno chineado para sentirse en confianza

pido que haya espaguetis, olla de carne,

y platanitos mauros

que en la cena de los cielos haya para tirar para arriba

repostería de mi pueblo

Que jamás falten los helados, el arroz con leche

y todo tipo de queques

y...por supuesto tamales

Seguro que con tanta eternidad uno ocupa alimentarse

viajes interminables de universos y de soles

y uno que se pasa de bueno, seguro que ocupa leche

Es bueno pedir desde ahora que no se apaguen los radios

que aunque sea bajito la música se mantenga

mientras uno reposa después de comerse un pinto

con abundante culantro, chile dulce y cebolla

con dos huevitos fritos y un buen pedazo de chorizo

y cuando al llegar la noche

después de surcar los aires de regreso del trabajo

que se encuentra por ahí de 300 años luz

tomarse un chocolate tibio

con galletitas caseras de las que hace mi mama

Yo digo que la bondad merece que celebremos

y entonces que haya vino, con un 2% está bueno

con cositas para picar y sobre todo que haya quesos

No me imagino a los buenos eternamente callados

quietitos y aburridos, con unos batones blancos

sin qué comer y sin frescos.

Ah, y ¿qué dónde están? Pues desde luego que sí

venga pa acá los frijoles con culantrito y especias

que aunque a uno después quizá le suene la panza

sobra espacio y entre todos de seguro que hay confianza.

Y entrando en meditación

pienso que los malillos debieran reflexionar

y no escoger tanto fuego, oscuridad y castigo

sin comidas y sin pan

y quedarse sin cenar la comida de su mama.

Que es mejor estar fiesta con muchachas, buena música y comida

sanamente y bien portados, uhm desde luego que sí

teniendo a la cabecera de la gran mesa en los cielos

ni más ni menos, que al gran Rey de los cocineros.