Amor eterno,
nostálgico, silencioso,
que desde el incierto
umbral del recuerdo,
aguardas despierto,
y atento vislumbras
tu tan ansiado
como furtivo momento.
Lo decides,
sobrevuelas la frontera
que separa los mundos,
truncas la barrera
del espacio y tiempo,
azul e infinito,
y para transgredir la muerte
pides un ratito.
Sin embargo,
en tu cronológico olvido
la emoción se enciende.
Y mientras fluyes
por los sentidos
de dos almas que se abrazan,
en “tu sueño fugitivo”
las horas pasan.
Autora: Graciela Beatriz Traverso.