Sin temor a enfrentar un imposible,
despierta la ilusión con cada día,
a un tiempo de emoción impredecible
entrega su esperanza y su porfía.
Armada de un poder indiscutible,
emprende el existir con osadía,
aparta de su marcha nubarrones,
que empañan su alegría a las visiones.
Con manos enjugadas en razones,
exprime del paisaje entendimiento,
deshoja al corazón de pretensiones,
libando de las mieles del momento.
Sortea de la ruta confusiones
y baches de tristeza y sufrimiento,
que empañando del alma su belleza
enlutan su gentil naturaleza...
El gusto por vivir es su riqueza,
el capital que amasa en valentía.
El existir discurre con tibieza,
revestido de suave algarabía.
El aire perfumado en sutileza,
asperja con frescura su armonía,
con finísimas gotas de prudencia
florean despertares dulce esencia.
Un nuevo amanecer de la conciencia,
zambulle en sus colores la razón.
Perfilando sus formas con paciencia
esculpido latir del corazón,
plañendo con su rítmica cadencia
los augurios de celestial visión.
Ilumina su pálpito sensible,
la alborada de magia irrepetible.