Te escribo desde lo más hondo de mi corazón,
tu piensas que mi amor es una pobre ilusión,
seguramente ya soy parte de tu pasado,
aún con esperanzas no me siento acabado.
En esta historia podría existir una utopía,
como gladiador mantengo firme mi corazón,
vivir este amor no se reduce a una fantasía,
estoy dispuesto a enfrentar todo con valentía.
Me encantaría tener una oportunidad,
en el camino siempre surge una nueva dificultad,
soy un hombre nuevo que aprendió a amar y valorar,
debo encarar este sentimiento con mucha seguridad.
Observando el amor con los ojos del corazón,
se despierta la razón de una herida,
duele pensar en una triste despedida,
mi corazón debe adoptar una medida,
rogando a Dios la gracia de la sabiduría.