Te escribiré en el silencio
detrás de la cortina del abandono,
con tu alma y sin tu cuerpo,
en la belleza que solo se imagina
la oscuridad de unos ojos cerrados.
Te escribiré sin los colores
alguien los hurtó cuando se llevó tu imagen
y los ocultó donde no llegan las manos.
Quisiera tan solo hablarte
y recuerdo que tu oido está lejos de mi boca,
lejos. La lejanía es solo ausencia,
y la ausencia... oscura tristeza.