ADOLFO CESAR MARCELLO

Soneto a la luna




Luna que circunvala e ilumina


al mundo en su momento de penumbra,


tu luz tenue inspira calma y ternura


y en tu faz bella un encanto germina.

 

 

 

 

 


Lámpara que desde el éter alumbra;


espíritu nocturno que vigila,


aunque no te muestres nadie te olvida...


Tu ausencia se nota y apesadumbra.







De la noche es primordial elemento


y la enciende el sol como una centella;


con finura a la oscuridad destierra...







Luna que se estampa en el firmamento,


que sin luz propia brilla como estrella.


¡Tu destino está amarrado a la tierra!






Adolfo César (NAZARENO)