Luna que circunvala e ilumina
al mundo en su momento de penumbra,
tu luz tenue inspira calma y ternura
y en tu faz bella un encanto germina.
Lámpara que desde el éter alumbra;
espíritu nocturno que vigila,
aunque no te muestres nadie te olvida...
Tu ausencia se nota y apesadumbra.
De la noche es primordial elemento
y la enciende el sol como una centella;
con finura a la oscuridad destierra...
Luna que se estampa en el firmamento,
que sin luz propia brilla como estrella.
¡Tu destino está amarrado a la tierra!
Adolfo César (NAZARENO)