Tomaste mi mano, desde el primer día de mi vida.
Hiciste de mi mundo un lugar seguro, para que mi infancia fuese vivida a plenitud.
Me acompañastes y alentaste a dar mis primeros pasos.
Tus consejos, me llevaron a ser quien soy hoy.
Estoy tan orgullosa de ser tu hija.
Aunque hallan pasado muchos años ya.
Aun seré tu niña, tu princesa.
Y tú siempre serás, el primer amor de mi vida.
Así como me cuidaste en mis días grises,hoy en tus años de vejez, yo te cuidare.
Agarrare tu mano, y si en algún momento necesitas una guía, yo te guiare.
Creare un arco iris de bellos momentos para ti.
Nunca se me olvida todo el amor y cariño que siempre me has dado.
Le agradezco a Dios por nacer en tan hermoso hogar.
Mis bendiciones… Papa y Mama.
Como ustedes, ninguno.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.
AUTORA: ORIANA RAVELO.