El amor de Dios me recuerdo siempre,
Debajo de sus alas hay paz y seguridad;
Por la gracia del Señor Jesús estoy salvo.
En mi corazón hay melodía de gozo,
Jesús vino y del pecado él me libró;
Muy dulce caminar con Jesús cada día.
Mis cadenas él rompió con su sangre,
¡Cúan precioso tener Jesús como mi Salvador!
Su luz me guía, sus manos me sostienen,
Seguir fielmente a Cristo, temor no hay;
Mi refugio es Jesús, la Roca que me fortalece.
Me regocijo en el Señor porque él es bueno,
Cerca de mi Buen Pastor, mi alma canta.