Mi cabeza ya no sigue su implacable silencio
y tu mano gravitante sobre mi piel
no es una extensión de mi propio abismo
el noctámbulo secreto de tu pecho te guiará hacia mi ser
nuestro tiempo habrá dejado su espesura en las manos
las hojas silenciosas buscando encontrar
se depositarán en tus miradas como un horrible grito desesperado
más que la guerra, la calma es el único lugar oculto donde me gustaría estar
desterrarte de mis visiones, anidarte en el lugar donde el recuerdo se olvida
y es tan largo el deseo y tan corta la pasión
que en días como estos prefiero la profusa evasión de la palabra
que me confina a un destino exánime de tu mano.
La melancolía se junta con el no deseo
En esta noche, Durante el día
Surco de la piel y Aliento exánime
Descansa en los brazos de nadie
Si la profecía Irónica
Desgastada Sin color
Palidece como la muerte del deseo