Ya la noche ha llegado
y con ella, mis deseos de abrazarte
como todas noches cuando estás a mi lado
impaciente por acariciarte.
Tu mirada inicia sus galanteos
excitándome más por poseerte
y luego me acaricias con deseo
para que en brazos desee tenerte.
Reaccionas fácilmente, te entregas a mí
con mucha gracia y dulzura
acompañándome en este sentir
que ha despertado tu apasionante figura.
No faltan los besos ardientes,
no tardan el roce de mis manos
ni mucho menos las voces sobresalientes
que son gemidos cuando nos amamos.
En ese instante necesito más
hacer mío tu forma de sentir tan tierna
porque deseo impulsivamente gozar
del calor provocado entre tus piernas.
Lujuria completa que me arrasa,
caricias tras caricias por tus senos,
acercamiento que en instantes pasa
ya que el deseo nos obliga a que avancemos.
Ah…!!... un orgasmo se ha vuelto placentero
Y ya la tranquilidad empieza a nacer
junto con los deseos más sinceros
después de terminar exhausto de tanto placer.
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Fecha 02-agosto-2012