¿Has estado alguna vez en el ocaso?
Un Sol comienza a esconderse para dar
Dar, como un caballero, el paso a la noche
Una postal desoladora y abrasante, de luz y frío.
¿Has estado comiendo pan, bailando con un cuchillo?
Este último acaricia el vientre abierto de un cuerpo
Unta con su brazo alguna mermelada, no siempre dulce
Algo sensual y permitido por la sociedad.
¿Has estado mirando el mar por alguna ventana?
Los barcos yacen apaciguados por los cerros
El mar duerme, soñando entre el frío y la calidez
La paz realmente existe a las 7 de la tarde.
¿Has estado mirando el cielo rutilante, lejano?
Solo hay una posibilidad de hacerlo, o quizás más...
Sube a un cerro, sube y sube, apóyate y vuela
Acogedor es el pasto aventado, que cuelga de los balcones.
¿Has estado caminando por un bosque, perdido en tí?
Oscuro, silente, traidor, que engatusa con su verde
No desistas en salir, es como una esfinge no de ojos,
De viento que te susurra versos como estos, simples.
¿Has estado en un desierto que te regala calidez?
No existen en el mundo, ni en el universo
Pero somos hombres libres, apresados a nuestra imaginación
Por tanto, el calor cálido fue mi amante que amé, contento.
¿Has estado tirado en una calle, con mucha bulla, solo?
Los perros observan deseando nuestras piernas y relojes
Buscan lo que jamás encontrarán en el callejón estrecho, oscuro
Y allí estabas tú con un plato de comida y tu mano restriega mi pelo.