Desde adentro,
se despierta un amor incomparable,
Señor tu conoces mis deseos ,
mucho antes de que te hable.
Desde adentro,
tu presencia divina me invita
a descubrir una inagotable riqueza,
el don de tu amor que consuela la tristeza.
Desde adentro,
existe una visión diferente,
tu Señor mío me enseñas a comprender
y a rezar por la conversión de la gente.
Desde adentro,
surge el poder de la oración,
las inspiraciones de Dios sostienen mi interior,
Espíritu Divino que fortalece mi conversión.