Hagámos las cosas más simples,
entreguémonos hasta caer, dormidos,
y que el sonido del después,
sea solo el de nuestros latidos.
No busques explicaciones, que si te amo,
que si me amas, que si debemos, que si no.
Bésame fuerte, bésame despacio, hasme tu esclavo,
dedicame este día, esta noche, tu corazón.
El problema de nosotros es buscar explicación,
a los silencios en tu almohada, pensándome;
a tus miradas en mi mente, perdiéndome;
cuando los sentimientos no saben de intención.
Bésame, arúñame, descúbreme, y escóndeme,
entre tus brazos de brisa templada, lentamente.
Mientras lo haces te voy a tatuar en los labios
mi esencia, de forma susurrante eternamente.
Una mañana sin rumbo, si no estoy a tu lado,
sabrás que no estás sola, prendidos en tu piel,
en tus labios, mis recuerdos, y en tu alma también
el tatuaje de la noche de mi corazón enamorado.