Michael Méndez

Quiero...

Quiero, que estos, los míos, mis labios:

Moribundos y maltrechos,

Corroídos por el humo del tabaco;

Sucumban finalmente

En esos, los suyos, sus labios:

Rojos, húmedos ¡perfectos!

Capullos de flor. Puros.

 

Quiero, si es posible,

Que estas, las mías,  

Las toscas, torpes,  poco agraciadas

Manos mías,

Ásperas impuras no dignas.

Perpetren, inquieten, incurran

En la tranquila magnificencia

De su curvilínea figura.

 

Quiero, ¡oh! Vaya como quiero

Que estos, los míos brazos

Largos, fuertes y delgados

Fuesen refugio de su cuerpo delicado.

 

Quiero, para terminar

que los bellos ojos,

perlas de su agraciada belleza;

con mi mirada, triste y pálida

se llegase a cruzar.

Y en perfecta unión de nuestros

Cuerpos, alma y sentimiento;

Al mundo, dejásemos de importar.