Dices que no te quiero,
será lo que tú piensas.
Como no te he de querer,
si extraño hasta tus pasos,
los repetidos llamados por
mi nombre, y tu canto.
El aroma escondido que
arranca cuando yo abro
los cajones de tus cosas,
tu ropa y tus tapados.
Como no te he de querer,
si las ventanas me traen
a cada momento tu retrato,
en los vidrios transparentes,
te veo a cada rato.
Siento tus pasos tranquilos,
tus pinceles y tus cuadros.
Todo me dicen que estas
presente en este cuarto.
Si la sombra de tu cuerpo
en la noche la diviso
y te digo me acompañes,
en estos días suplico.
Si te fuiste porque quieres
vuelves porque he querido.
Verte de nuevo en casa
con tristeza y sin sentido.
Al pie de tu altar
sin saber orar yo pido
te encuentres en ese cielo
junto al Dios de tus pedidos.