Hace poco experimente una sensación muy cercana a la muerte, donde por muy poco mi pluma iba a dejar de plasmar, mis ojos iban a dejar de asombrarse, mis manos iban a dejar de tocarte y acariciarte hasta llevarte al cielo, mis pies iban a dejar de andar por mi camino pedregoso, mis oídos dejarían de escuchar sonatas de noche que alegren los corazones.
Mi corazón dejaría de amar y conocer el amor de la manera más pura y hermosa que puede sólo darse en la faz de la tierra. Dejaría de sentir dolor, tristeza, alegría, decepción, ilusión, ira, capricho, gusto, sentimiento, amor…
Mi alma en ese instante tembló y temió por ella misma, se cuarteo con tamaña experiencia que después de eso, logró sentirse viva, completa y aún de pie abrió los ojos para alcanzar a ver la vida de otra manera.
Alma mía!, después de esta vivencia llora, vive, quebrántate, desuélate, tírate, aférrate, lucha, pero no olvides volver al ruedo, no olvides levantarte, recuerda que aún vives, que aún respiras, que aún sientes y lo más importante, que aún tienes la oportunidad de seguir trascendiendo por segunda ocasión.
DeL MaR