He corrido más veloz que la luz para dejarte,
Pero cuando volví la mirada, ahí estabas acompañándome,
Un paso atrás de mi materia, te ocultabas en una sombra,
Como queriéndome recordar que nunca he estado solo.
Somos dos, desde el momento en que comenzamos
Aun antes del nacimiento necesitamos ser dos…
Ahora te plantas ante la invisibilidad de mi otro yo a cuestionarlo,
Preguntas por qué te trasladas llevándola,
Y mis respuestas son, la imagen se ido,
pero su voz resuena en el espacio de mi pensamiento.
Te veo reír, ¿cómo pudiste haberla amado?
Mientras digo, que la belleza no está dado por su cuerpo,
Es como el comienzo de un verso,
Su estructura total de palabras formaran un universo.
Te quedas estático paralelamente a mi cuerpo, mientras me muevo,
Caminas proporcionalmente a mi velocidad.
En verdad somos dos amigos, indistintamente,
Formando la imagen integral que has plantado en esta tierra.
Yo te pienso, asi a veces…
Creo que siempre has estado en el perimetro de mi espacio
Como una flecha indicándome un camino.
Eso debe ser…
Mientras estoy en este planeta plantado,
Tu me sigues como la sombra de la no vida,
En verdad que la muerte solo es la sombra que deja la vida en su paso,
Cuando me detenga, me encontraras amigo,
Y estaremos para siempre, disfrutando lo que nunca aquí he conocido.