Errantes gitanos
De vidas liberales,
Son trotamundos
Nómadas sin patria.
Alegres por naturaleza,
Desbordando belleza,
Hombres y mujeres
Danzan músicas triviales
Por las callejuelas
Sonando castañuelas.
Una a una las mujeres,
Ofreciendo leer el destino
A cuanto peregrino
Encuentran en el camino.
Uno entre todos
Me mira atónito,
Sus ojos azules como el cielo
De labios carnosos
Y mejillas rosadas,
Me mira de hito en hito
Con mirada pausada,
Coge mi mano por un instante
La aproxima a sus labios
Tibios y palpitantes,
Posa un ósculo en ellas.
Mi semblante se ruboriza,
De mis labios brota una sonrisa,
Su corazón me dice…
Tú has de ser mía,
Salta mí corazón
Con tanta alegría.
Lentamente se retira
Con su mirada y la mía,
El adiós aflora ésta partida
Dejándome sumergida
En el silencio del adiós
Y una triste despedida.