*Musgo*
Que empalago señora bota derecha
desde el día que os dejó el soldado,
jamás hemos podido crecer a gusto
tantos años que el soldado se mato.
*Botas*
Habla al musgo airado bota derecha
aunque seamos restos de la guerra,
nuestra esencia arropaba unos pies
preservándolos bien del frio helado.
*Liquen*
No sentían vergüenza ni compasión
cuando mi bosque ardía sin caridad,
cuando el hombre mataba sin pausa
calzado de botas como las vuestras.
*Botas*
Cuando el marcial ata los cordones
untaba mi piel con grasa del cerdo,
pasaba la revista fatuo por el brillo
pavoneándose ante las campesinas.
*Musgo*
Las dos de cháchara pero sin andar
eternas acreedoras de un galardón,
menos mal que ascendí en la punta
aunque vuestra suela cubra mi ser.
*Botas*
Se reconocida cofrade de lo vegetal
sin patas nos llenamos con la lluvia,
que satura vuestra sed en el verano
somos el resto notable de ese calor.
*Liquen*
Un día el verde esconderá las botas
siendo el par un trozo de la materia,
que asombrara el aliento del bosque
al andar hasta el nirvana del soldado.
*Galón*
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
4 de agosto del 2012