Entiendo que la venganza
no es la buena consejera
niega como verdadera
la gran luz de la esperanza.
Contrario de la añoranza
que parece pasajera
siempre queda prisionera
de pasión y remembranza.
De las dos la primeriza
al grácil perdón espanta
cuando escapa escurridiza.
Mientras tanto en la segunda
siempre el amor clava su ancla
como en tierra que fecunda.
Autor: Graciela Beatriz Traverso.