MARTA LUISA

Amando a la naturaleza

Era yo  un gran árbol tan lleno de vida, tan seguro y firme

me sentia  dueño del suelo donde habia nacido y crecido,

con mis raíces , gajos y tallos fuertes, mis hojas verdes

con bellas  flores que realzaba mi condición de árbol.

 

Las semillas que caían de mi enorme cuerpo, sobre el suelo

Fértil del bosque donde vivía, con su brote daban testimonio,

de lo poderoso que era   y que no me iría a extinguir

pero no todos los cuentos tienen un final feliz.

 

Una mañana de verano  me despertó los ruidos  de camiones y maquina

Que llegaban por mí, no sirvió de nada toda mi belleza, todo mi verdor,

la sombra  que los gajos saliente de mi cuerpo daban a mi alrededor,

o el oxigeno que mi existir  brindaba a los pulmones de aquellos

 que me estaban  destruyendo sin importarles .

 

Arrasaron con todo  sin dejar nada de lo que fuera mi especie

en todo  el bosque o lo que fue algún dia un bosque,

destruyeron mis pequeños brotecitos  y todo a su paso  hasta llegar a mí,

de mis  hojas caían gotas enormes ,pensaron que era agua acumuladas

de lluvias pasadas, no entendías que sus cortes me dolían y que yo estaba llorando.

 

Tanto sufría en mi despedida de esta vida, que la savia emanada de tallos  y gajos

no era mas que sangre verde  que desprendidas de mis venas de árbol salían.

Pedazo a pedazo me fueron cortando y por completo me destruyeron

hoy quizás nadie ya recuerde que estuve allí  en ese bosque que tampoco esta

y los que aun me recuerda ya se acostumbraron  a mi ausencia .

Adiós verde bosque, adiós cielo azul,  adiós a aquellos que se refugiaban,

 bajo  de mi sombra y disfrutaban de la belleza de mis flores  en primavera

y adiós a aquellas parejitas de enamorados que jugaban a esconderse detrás mío,

en fin a dios a todos los que hice feliz con mi existir.