Sergio Jacobo "el poeta irreverente"

ES UN DILEMA

Yo sé que no es prudente amarte sin sentido
callando el sortilegio de un amor tan callado,
porque te digo adiós sin haberte tenido
y satisfecho estoy por haberte olvidado.

 
Yo sé qué no está bien quererte con esmero
sabiendo que está lejos tu corazón y el mío;
¿acaso  sé qué no vienes? Y en vano te espero.
Como el dolor lo sabe cuando llega el hastío,
 
por eso ya te olvido;  pero te sigo queriendo
quizá tú ya lo ignoras pero yo lo presiento;
que en la lejanía se oirá triste lamento
(el murmullo de mi voz… que está muriendo)
 
Pero te digo adiós con el penar en calma
de haberte dado amor en el umbral prohibido,
en ese único nicho donde reposa mi alma
donde impregné el derecho de haberte conocido.
 
¡No me quieras aún…! Es poco imaginable
tú escribes a otro hombre y yo te escribo a ti.
Mi sentimiento augurio es  ya tan condenable
que la sentencia es clara   ¡morir!, sólo morir.