ALVARO J. MARQUEZ

GOLPE BAJO

"En el juego del bien amar/ o tal vez el del mal querer,/ si hiciste trampa para ganar/ ¿qué hice yo para perder?"

Hoy por momentos dejaste de ser

eso tan especial que has sido para mí,

no sé si es que las cosas así las quiero ver

y en verdad no son así.

 

Pero sentí que me heriste

y no te importó mucho herirme,

tal vez porque de pronto me dijiste

cosas que nunca tan directas llegaste a decirme.

 

No lo niego, el tonto debo ser yo

que te quiero con el alma sin deber quererte,

pensé cuando lo que dijiste me dolió

que yo mismo me había buscado esa suerte.

 

Esos dardos no habrían dado en el blanco

si yo no te lo hubiese puesto tan sencillo,

mi sentir tenía un toque sincero, franco,

un sol verdadero y auténtico su brillo.

 

Pero al parecer equivoqué mi decisión,

porque era la luz lo que te sobraba...

y justamente no era la de mi corazón

la que a tu alma deslumbraba.

 

Pero había seguramente, sé que sí había,

otra manera de decir las cosas...

Yo a las flores que en mi jardín veía

no le dije nunca que no eran hermosas.

 

Crecían y florecían ante mí muy orgullosas,

como yo ante ti trataba de mostrarme,

bloqueado tal vez por personas celosas

que no me dejaban ni asomarme.

 

Me dabas poco pero me conformaba con ese poco,

aunque a veces se pareciera demasiado a una migaja.

Entiendo que eres tan cuerda que un loco

en la historia de tu vida no encaja.

 

¿Pero por loco merecía ese golpe en mi pecho?

¿Á los locos se les lastima de ese modo tan directo?

Yo creo que conservaba a pesar de todo mi derecho

de amarte aunque la locura fuese mi defecto.

 

Y te amé, te lo digo aún ahora, así herido,

porque decidí darle a ese amor entrada a mi vida

y ya ves, ahora me temo que sea el olvido

mi única salida.

 

Porque a estos golpes no soy invulnerable,

me cuesta levantarme como a un boxeador ya sentido,

no me quiero exceder haciéndote sentir culpable

cuando la culpa sólo mía seguramente ha sido.

 

Yo tan pendiente de todo lo tuyo, de ti,

de cuando vienes y cuando vas...

Y hoy que tan lastimado me sentí

creí que te importaría un poco más.

 

De ilusos como yo está lleno este planeta

y asumí esto como un error o un acierto mío...

La vida es así, en ocasiones te reta

y yo decidí aceptar el desafío.

 

Y perdí, no siempre se gana,

si acaso gané algo, nunca supe cuánto,

sólo espero ser fuerte y que si me vuelves a herir mañana,

ya no me duela tanto.