CUANDO la historia se repite
no existe piedra en el camino que te diga
has tropezado en mi,
sólo un letárgico vacío
entre tu espíritu y tu cuerpo
que disimula lo que crees.
Cuando son tus propias palabras tu verdugo
cuyas manos te contienen
de su patíbulo de sombras
por creer que la historia es un final vencido,
y al requerir de auroras
no hallas más que metáforas
que esculpen de silencios
tu cárcel de tormentos.
(GALERÍA INSOMNE)