Más allá de toda lógica sigue aquí.
Abre sus ojos y mira mi rostro,
mis ojos cerrados fingiendo que no estoy a su lado,
mi respiración calculada y distante,
mis labios ajenos,
mis brazos abandonados sobre su cuerpo.
Se levanta y deja una flor,
cuyo corazón se deshace en mis manos,
cuya hermosura se despedaza en mis ojos,
cuyo sentido y razón se fragmenta en su perturbada esperanza de que yo algún día lo ame.
Más allá de toda lógica, sigue aquí.