El viento que sopla
hojas que caen
arboles que sufren.
Una carta de despedida
lagrimas que se derraman
corazón roto vacio de esperanza.
La vida que sigue,
cierra heridas sanadas.
Solo quedan las cicatrices
de una vida pasada.
Las cruces de aquel cementerio
nos dicen que de paso estamos,
niños nacen, viejos mueren.
Disfrutar la vida debemos,
jamás olvidarnos de los caídos,
nosotros que seguimos con vida
amor tenemos que repartir.
Y mientras sigues de pie reparte esperanza,
y no te preocupes por los que ya se han ido
que tu y yo nos les uniremos mañana.
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Autor: Conte walter leandro