El tiempo pronunciò tu nombre
estirnado todas las horas del dìa
visitando el oasis oculto
en cada linea de tus versos.
Encierras el silencio y la lluvia
en el corazòn profugo de la noche.
Allì, donde las hadas visten la rosa
y las musas extienden su reino,
tu nombre es el eco prolongado
de la aurora naciente del alma.