Es delgada, alta, muy morena casi india,
pelo largo, negro andrino casi azulado,
sus ojos grandes, rasgados, latinos y achinados,
sus pechos pequeños pero pujantes,
de pezones rosados como capullos de rosas,
sus carnes canelas brillaban con la luz de la luna.
El mar que la deseaba más que a sus olas
La esperaba enamorado a todas horas,
cuando la niña entraba a él sus aguas se calmaban
como un remanso de paz, como un lago.
Ella se sentía sirena, nadaba y nadaba,
el mar la besaba, la besaba una y otra vez
y en sus orillas se formaban montones de espumas blancas.
La joven al sentirse tan deseada,
con voz dulce al mar le cantaba:
-Mar que me acaricias con tus aguas perfumadas
y me estimulas como manos suavizadas…
No tengas celos…
Pero necesito a un hombre que el amor me haga
para que se abran mis carnes como cascadas,
tus besos no me llenan como yo quiero,
con cada amor ahogado, yo también muero...
Una noche un joven que la observaba
desnuda en la bahía, se desnudo también
y con su amada en el mar se metía.
Al abrazar su lindo cuerpo y besar su boca,
el mar se lo trago entre sus rocas.
La niña entre sollozos muy afligida
al mar le cantabade noche y día:
-Mar que me acaricias con tus aguas perfumadas
y me estimulas como manos suavizadas…
No tengas celos…
Pero necesito a un hombre que el amor me haga
para que se abran mis carnes como cascadas.
Tus besos no me llenan como yo quiero
Con cada amor ahogado, yo también muero...
Autor Joaquín Méndez
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05/08/2012 20:02:37.