"Lleno de deseos caigo en la lujuria/ y hacerte el amor me provoca,/ para arrancarte uno a uno con furia/ los besos prohibidos de tu boca".
Verás que en algún momento lo vas a sentir
y que no es solamente una palabra,
que con picardía tú misma vas a pedir
que algún botón de tu blusa se abra.
O usarás alguna transparencia
para que se vean cosas que nunca se ven...
Te importará poco si es una “indecencia”
ni cuándo lo digan, ni dónde ni quién.
Una falda irresistiblemente corta
más corta se te hará sin que nadie te lo pida,
poco o nada te importará si alguien no soporta
que seas así de atrevida.
Tu manera tan sensual de bailar
hará que seas la única reina de la pista,
primero será posible que se seque el mar
antes que algún hombre te pierda de vista.
Al caminar ese movimiento de tus caderas al son
de un ritmo que sólo quien te observa va sintiendo,
a uno quizá les devolverá la razón
y a otros irá enloqueciendo.
Habrá un brillo especial en tu mirada
que la hará distinta a tu mirar de otras veces
y aunque seas una mujer siempre bien centrada,
ese día intuirás que no eres lo que pareces.
Te fascinará en tu modo de ser esa malicia
y por ratos te sentirás observada en exceso,
todos como esperando de ti una caricia
o muriendo por un beso.
Hasta para dormir lo sexy estará presente,
con ropa muy apropiada o simplemente desnuda,
para que existan imágenes lujuriosas en tu mente
créeme que no vas a necesitar ninguna ayuda.
Húmedos seguramente serán todos tus sueños
y tu almohada que aplaude las poses que diseñas,
recordará que hay muchos queriendo ser dueños
de todas las fantasías secretas que sueñas.
Lo vas a sentir y entonces, te sentirás distinta
aunque en esencia seas la misma mujer deseable
vendrá la segunda vez, la tercera, la cuarta, la quinta
y en algún momento buscarás un culpable.
Recordarás bien cada uno de nuestros pasos
y la pasión de todos nuestros encuentros,
tu nombre estará grabado en mis brazos
y “Álvaro Márquez” se leerá en tus adentros.