¡AMAPOLA!
Me obsesiona, tu amapola doble,
vigía con sed, complacido miro,
a dos pétalos en movimiento,
cuando te alejas, cuando te acercas,
Detrás observo, al fruto tan completo,
cortada en mitad, una manzana,
en el centro, el núcleo de semilla,
simetría hermosa, en ambas fases.
Con mi lupa personal, los ojos,
tornillo milimétrico, enfoco,
detalles tan desapercibidos,
sólo al jardinero disponibles,
Puntos negros, venas terminales,
de tamaño desigual, lunares,
son adornos de pequeños soles,
vastedad redondeada de tu piel.
Las pecas, pequeñas depresiones,
en la superficie epidérmica,
con coloraciones claras, hacia afuera,
más oscuras, en la profundidad.
Divago, como efecto del vino,
bebo, en la mirada, de la copa,
escondida entre los dos pétalos,
quiero emborracharme poco a poco.
Disfrutar tu tarde, hasta la noche,
sin prisa, mis manos te acarician,
cada sitio, hallazgo con asombro,
en descenso, hasta la articulación.
Ascender, a la cima dorada,
por el sol, amarillo en ocaso,
y azul, porque Selene nos visita,
no hay tiempo en la visión que me ocupa.
Convierte el monólogo que te hago,
en un diálogo, con tu respuesta,
y aunque siento, lo que estás sintiendo,
tu palabra, se aparea con la mía.
EL POETA DEL AMOR. 2012.
MÉXICO.