Quisiera hacer un día algo diferente
sin la prisa del diario,
a travesar la calle sin voltear a ambos lados
para tener que transcurrir el paso hacia la otra acera.
Que no me duela la cabeza un día
o la mala digestión
me produzca una gastritis…
Tengo que hacer lo mismo siempre
caminar era tras era
con el tiempo pulsándome en la mano,
abordar pesero y otro pesero
y otro,
caminar leguas para llegar al mismo sitio.
Quisiera hacer un día algo diferente
como por ejemplo… no despertar
o por lo menos no abrir los ojos
a la misma hora,
que me duela un dedo
en lugar de la cabeza;
usar la telequinesis para transportarme
de un lugar a otro
y no usar los molestos transportes colectivos,
despertarme un día
con la caricia muda
de una mujer extraña.
Podré salir a la calle, mirar los escaparates de las tiendas
como los niños
con la ilusión de un juguete nuevo;
a travesar los parques.
Mirar las fuentes con ese exquisito sonar del agua
en alguna tarde
o sentarme en la banqueta
encender un cigarrillo
dejar de pensar y, perder de vista el horizonte
tomar mi celular
y comunicarme con mi mejor amiga
parlar un rato
decirle:
-hola
-no soy yo, soy otro
que requiere tu amistad-
Pero qué tontería esperar de un día algo diferente
las cosas no cambian, los tumultos son los mismos,
las aglomeraciones
son iguales,
(es un círculo vicioso cada día)
¡qué tontería querer hacer de un día algo diferente!
No podemos dar vuelta en la esquina
sin mirar atrás…
no puedo desear que el día cambie
pero si puedo cambiar yo. En ese día.