Siempre sonriente
Constantemente Alegre
Muchas de las veces
Coqueto al disimulo
La vida le guardaba
Muchas sorpresas
Gratificantes, Insospechadas
Y hasta dolientes
Padre tierno como él no tuvo
Con sus hijuelos siempre quiso ser
Si hubiera tenido pecho
De amamantar seguro daría
De pronto su tierna calma
Como tempestad en el cielo
Alumbro en su vida
Confusiones sin razones
Sin dormir lo dejaban
Prendido en el pecho
Lleva un dilema
Cáncer en su cuerpo
Más mala noticia
No podía haber
Sus ojos lagrimosos
Onda pena en el alma
No quiere sepultura
Ni llanto en su entierro
Más cenizas quiere
Que vuelen en el viento
Que recorran aguas
Del rio tomebamba
Así suplicaba y lloraba
Que ilusión pasajera
De vivir añoso
Por dura y cruel condena
Con su carisma no acabo
Siguió en pie de lucha
Con su sonrisa afrenta
Y con su pasión enamora
Esperando que el triste día Llegue
Pero no tiene afán ni tiene miedo
Porque está sentenciado
A una muerte indudable
El Calma la espera
Con la sonrisa y su don