La eternidad yace debajo, arriba, a la derecha e izquierda mía…
Al frente, detrás... dentro y fuera ... Con ojos abiertos me veo como un cuerpo pequeño... En ojos cerrados me advierto como el centro cósmico girando en órbita de eterna verdad y pulsar... una esfera de bendición, del más magnífico espacio a esparcir... Siento la fuerza celestial como un aliento gentil de bondad respirando en mi cuerpo universal.
Percibo su energía vital brillando através de los destellos de mi luminosidad penetrando las olas de la conciencia espacial... Me veo como una luz de inspiración solar aluzando mis pensamientos en rítmicos movimientos de balance cierto... Siento su fuerza infiltrar como una voz pulsante, secretamente mostrándome los momentos de la creación...
Una fuente de sinuosa sabiduría, de radiante estro flotando en el plexo de las esencias... la fragancia emanando del incienso de las ánimas que el éxodo de amor emprenden... un jardín astral regando y aflorando en brillantes flores de entrega total expandiéndose en la eternidad...
Copyright©2012 Rocío Vega-Ponce