ALVARO J. MARQUEZ

SE VISTIÓ DE TI

"Dos cosas como un arte,/ en la escuela de mi vida aprendí,/ a no vivir sin recordarte/ y amar mucho... pero sólo a ti".


El amor un día se vistió de ti,

me miró como sólo tú me miras,

su sonrisa era la misma de cuando te vi,

se volvió adulto, creció para nosotros,

libre y no prisionero como el de otros,

de engaños, de viles mentiras.

 

Y me olió así como tú me hueles

y me supo a lo que sólo tú me puedes saber,

me mostró tu piel entre tantas pieles

y me dejó darle forma a mis deseos,

ya no eran sueños grises, tristes, feos,

tenían la firma de tu esencia, mujer.

 

El amor se vistió de ti y me puso por delante

una luz, una salida, un camino...

Llegué hasta ti como alma anhelante,

con ganas de amar todo tu ser

y sin intenciones de perder

mi apuesta con el destino.

 

Porque al encontrarte a la vida le aposté

que sólo por amarte sería feliz

y ya ves que a pesar de todo gané

y no abundan las apuestas como ésas,

en las cuales se gana y las tristezas

son arrancadas de raíz.

 

El amor se vistió de ti y lo reconocí,

lo vi a él en ti y a ti en él...

Abrí mi alma y lo recibí así

y desde entonces has sido mi tesoro,

porque a lo largo de tu cuerpo encuentro oro

y en tu boca pura miel.

 

En el libro de mi vida hay páginas benditas,

porque en cada página de ésas vives,

ahí guardo tus frases, todas tus citas,

cuando por mí te emocionas, deliras...

Eres tú la que esas letras doradas inspiras

y tú y sólo tú la que las escribes.

 

El amor se vistió de ti y era ropa de lujo,

soy desde entonces seguidor de tu moda,

esclavo de tu mirar, de tu embrujo

y a ese amor no le acepto limosna ni caridad,

porque no quiero amarte sólo a la mitad,

yo deseo amarte toda.

 

Hoy celebro que te amo y que me amas

y levanto en tu honor mi copa...

Arden de pasión las llamas

y hoy al brindar por nosotros sonreí,

porque el amor se vistió de ti...

¡y qué bien le quedó esa ropa!