Entre sus suaves cabellos
ya asomaba su desvelo
su inquietante deseo,
el saber de tus labios es mi deseo,
con al cual en los delirios del tiempo halle la historia
de un amor de tragedia, de una amor de utopía.
La princesa que amó en sus mentiras se envolvió
en su vientre sucumbio
en las horas interminables de un amor implacable,
desterrada de la fuente de la vida,
acabando y sollozando
en su furia se encerro
y entre letras y flores
exclamo-
que mi gran amor ha partido
que mi gran amor a desistido
que su arrogancia gana la batalla
que su amor no era el de un guerrero,
que sus sueños se llevo él
en sus mejores besos al atardecer,
la princesa que amó a su bello caballero
a su suerte se entrego,
al destino le confió su dulce corazón
y a la muerte se entrego.