Hace mucho sus ojos se cansaron de hombres,
no le entraban miradas ni palabras.
Triste,
garabateaba poemas sin finales.
le costaba mirarse en sus espejos.
Solía matarse con sus fotos
sus cartas
los recuerdos
y los viejos obsequios que tanto atesoraba.
Él se murió un día y hace tiempo.
Ahora ella ve el amor con otros labios.