Que se apaguen los sollozos, si no son de alegría,
y se enciendan las fogatas, de cariño en la desdicha,
que los sueños sean las metas y el adiós, un fiel perdón.
Que la noche sea un tiempo, de poesía y reflexión,
y en lo plácido del beso, que se guarda nuestro amor,
guardaré mi fiel soneto, juramento de pasión.
Que se abracen los amigos y se besen los amantes,
que la tierra se haga plena, en la victoria de la paz,
y mis ojos luchadores, den cariño y lealtad.