Escucho que cantas
golpeando sin miedo
y conviertes en flauta
al viejo madero.
Pájaro carpintero
con tu pico fuerte
trabajas con esmero
luciendo un copete.
De tu libertad haces gala
siempre a la buena de Dios,
temen que rompas las jaulas
picoteando alegre: Toc, toc toc.
Alejandro J. Díaz Valero