El más ligero roce de tus manos,
transparencias del alma certifica.
Extasiado mi ser te glorifica,
entre signos, sencillos y mundanos.
Pequeños, imperfectos, sólo humanos,
la Gracia de tu amor nos dignifica.
Fragilidad del ser se purifica,
con el más suave roce de tus manos.
Bondades de tu esencia respiramos,
aliento de insuflado poderío.
La fuerza de tu amor ambicionamos,
estigma de magnánimo atavío.
Confiados hacia ti peregrinamos,
debiendo ejercitar libre albedrío…