Me han cosido la boca
y dejar de ser grito
que no acallan los truenos!
Me han echado al silencio
pegando a los olvidos
la cara más oculta.
Han trabado la rueca
destejiéndome el manto
que ampara mi cabeza.
Han puesto las argollas
que atan mis tobillos
al borde del vacío.
He armado laberintos
en el oscuro hueco
donde me han guardado.
Del mundo que era mío
hay un solo resquicio,
una vil alambrada!
donde llegan fantasmas
de ojos huidizos.
Fiebre en la hojarasca
con los últimos sueños
colgados de la luna…
Sin saber mi verdugo
me despliega las alas
cada noche que llora…
LDC-ZZa
1203241365177©