De tus ojos, la expresión.
De tus labios, la sonrisa.
De tu rostro, la atención
al cariño de la brisa,
soplo que lleva deprisa
el pétalo de la unión;
metáfora que da visa
al centro del corazón.
Ya escrito un largo momento,
se repinta un garabato
imitación del asiento
donde se ha sentado el viento
para observar, por buen rato,
lo que está tras tu retrato…
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Autor: Minor Sandí S.
Costa Rica