Decir te amo se vuelve nada,
decir te quiero es muy poco,
y un te extraño realmente sobra.
Amada, flor esquiva a mi vista,
verbo mudo entre mis labios,
suave fuego entre mi piel.
Cruel destino, aquel que de ti me separa,
mártir, es esta mano que te escribe,
ingenuo, corazón con esperanza.
Infelices, mis labios deseosos de ti,
errante, mi alma que te busca,
perdida, mi razón que no comprende.