Rimador de tu belleza

Jueves TrĂ¡gico

¡Qué trágica noche es esta!

noche de un jueves de setiembre

jueves que lleva el número tres

jueves que carcome mis huesos.

Digo huesos, porque los músculos

todos han desaparecido

con la llegada de la traición

de la soledad y la desolación.

Hoy presentí algo malo y me levanté

con esfuerzo para escribirle a la muerte

y decirle que la estoy esperando

en el sepulcro de mi alcoba.

Mientras el día su curso seguía

comprendí lo trágico que me sucedería

y me puse a la mala la razón

para hacerle frente en la agonía

al amor, que es simple utopía.

Decidí no ser su cantor

reflexioné en lo que dijo campoamor

que en este mundo vil y traidor

nada es verdad nada es mentira

ya que todo está en el cristal con que se mira.

Antes le rendía vasallaje al amor

pero hoy me dí cuenta del engaño

del dicho que dice

que cuanto más amas te aman más

pero así no sucedió en mi caso.

Palpé en carne viva la traición de un amigo

y me dolió más que cuchillos fieros

traspasando mi mozuelo corazón.

Comprendí también que el desengaño

duele más que la llegada de la muerte.

Sucede que los huesos de mis manos

se han caído entre mis escritos

para no escribirle más al amor

que antes sonreía en mis desazonados versos

Porque el amor es pura fantasía

es promesa rota, besos traicioneros,

caricias que matan, sexo que hiere.

El amor es mujer que engaña,

que se presenta como mujer hermosa

que cuando sus manos te atrapan

te apuñala el corazón, te quita la vida

y destruye tus carnes y las prepara

para enviarlas al tétrico panteón.

Se terminaron los versos hermosillescos

la canción triste a la lejana amada,

el culto a la sagrada inspiración,

la fe en el amor de una mujer.

Los jueves siempre son trágicos

son como maldición de los poetas.

Un jueves fue traicionado Jesús

un jueves César Vallejo vaticinó su muerte

y un jueves como hoy también vaticino

el fin trágico de mis días.

Me enterrarán en silencio y pobreza

sin las tristes y llorosas melodías.

Ya los parásitos de mí han huído

porque no encuentran que comer.

Todo es tétrico en mi figura

¡Todo por culpa de una mala mujer.!