Así como besa el viento,
perfumando la mañana
y de brillantez temprana,
reviste dulce momento.
Así mismo el pensamiento,
de suavidad se engalana,
con la dulzura que mana,
refrescando el sentimiento.
En plácido movimiento
danza el pasto su alegría,
reverdeciendo armonía
desliza sutil aliento.
De asombrado cargamento,
el corazón se abre al día.
Y en intrépida porfía
goza vívido el momento.
Se escucha en la lejanía
el susurro mañanero,
desperezado sendero
ebulle en algarabía.
Palpitante el corazón
estrangula las visiones.
Abanico de emociones
acaricia la razón.
Traslúcida serranía
refulge en el horizonte,
despierta feliz el monte
despuntando en fantasía.
En despertar tornasol,
de brillos centella el alma.
Infecta de paz y calma,
abraza el calor del sol.
Suspiran los pastizales,
bañaditos en rocío.
Sonriente se escurre el río,
entre bosques y maizales.
Ramillete de ilusiones
florece en el sentimiento,
arrojando amor al viento
amanecen perfecciones.
Así despierta la vida
cada mañana temprana,
vibrante de amor la diana,
anuncia la amanecida.
Visión de dulce esplendor
esperanza convalida.
En cada mañana anida,
siempre un futuro mejor.