ivan semilla

ese viejo

Él te recibía con sus manos de amplias avenidas

con bombos y platillos y comparsas

él llevaba estrellas en todas las sonrisas

y amor y comprensión en todas las palabras.

 

No había para él problemas insolubles 

y daba una razón sabia de vida

caminaba despacio como todos los hombres

que tienen las lecciones aprehendidas. 

 

Había descubierto hace unos años

que la serenidad es buena amiga

que el amor y la bondad van de la mano

y que es veneno vivir para la envidia.

 

Ese viejo que fué un tipo sencillo

se había casado con mi madre

y tuvo al cabo cuatro hijos

valiente, emprendedor, fué todo un padre.