Jugaban un amor a la escondida
con balas en los dedos
y pólvora en los labios.
Jugaban sus cristales a darle a la lunita de sus sueños
un dardo con amor y para siempre.
Sabían como hacer de unos minutos un año de pasión para guardarse.
Sabían que el tiempo nunca sobra
y sabían como hacer para que alcance.